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domingo, 24 de agosto de 2014

Los volaores, tradición linense

Existe una tradición en La Línea que se remonta hasta donde alcanza la memoria. Dicen los vecinos de La Atunara que nació con la propia barriada. Se trata de los volaores, ese pescado secado al sol que se vende cada verano en las calles de este rincón marinero. 

La temporada empieza con la Feria de La Línea, a mediados de julio, y dura alrededor de un mes. Una veintena de barcos pesqueros de La Atunara se echa al mar para capturar esta especie, denominada así por los saltos que dan con sus aletas. La pesca se realiza de forma artesanal con redes a la deriva. Cada embarcación suele coger entre 6.000 y 10.000 volaores. Una vez en tierra, llega el momento del secado. Primero se les corta la cabeza y se les quitan las tripas. Una vez limpios se salan y se cuelgan al sol. Llega entonces una de las estampas más características de La Atunara, la de las calles y azoteas llenas de volaores colgados de los cordeles. 

Francisco con su puesto en La Atunara.

Francisco tiene uno de los característicos puestos callejeros donde vende los volaores. Lleva unas cuantas temporadas dedicándose a esta tradición y en ésta ha capturado unos 6.000 ejemplares. Francisco explica que el proceso de secado depende del viento. Así, si es poniente, el volaor tarda tres días para estar listo para el consumo. Si es levante, requiere el doble de tiempo para que esté curado. 

Al principio de la temporada, cuando empiezan a verse los primeros volaores en la calle, el precio por unidad suele estar en 2,5 euros. Luego, según va avanzando agosto, el precio va reduciéndose hasta llegar al euro por volaor. “Los volaores llevan vendiéndose desde que existe La Atunara. Se pesca artesanalmente y, si está bien salado, puede aguantar en la nevera todo el año al igual que la mojama”, explica Francisco.

A estas alturas de verano la pesca del volaor ya ha concluido y los vendedores sacan a la calle sus últimas existencias. Ahora es el turno de la temporada de la melva en La Atunara. Francisco afirma que los volaores requieren mucho trabajo y que apenas da para subsistir en verano. 

jueves, 21 de agosto de 2014

Romería marítima de La Palma

Algeciras celebra cada 15 de agosto la romería marítima de la Virgen de la Palma, que este año ha estrenado la catalogación de Fiesta de Interés Turístico de Andalucía. Unas 40.000 personas se desplazaron a la playa de El Rinconcillo para ver salir del agua a la imagen y acompañarla en su procesión.  

Foto: andaluciainformacion.es

La Virgen de la Palma, patrona de la ciudad, permanece sumergida durante todo el año dentro de una cueva en la bahía. Esta romería suele comenzar al alba, cuando los barcos engalanados salen del puerto y se adentran en la bahía para que los submarinistas del club de buceo El Estrecho rescaten la imagen. Una talla de 1,10 metros de altura, realizada por el escultor Nacho Falgueras en marmolina; que pesa unos 120 kilos, y que sustituyó en el año 2000 a la escultura original, desaparecida un año antes en las profundidades del mar. 


Foto: El Mero

Cada 15 de agosto, la comitiva sale del mar con ella a hombros y la lleva hasta la playa. La devoción hacia la Virgen de la Palma en Algeciras surge a finales del siglo XVII, cuando un barco procedente de Italia atracó en el puerto para refugiarse de un  fuerte temporal. Cada vez que el barco intentaba salir, un nuevo temporal se lo impedía. Llegaron a trasladar el cargamento a otra embarcación, pero volvía a ocurrir lo mismo hasta que decidieron sacar la imagen que llevaban en un cajón. Las aguas se calmaron y el pueblo interpretó que la Virgen insistía en quedarse. 

La romería marítima tal como y se la conoce hoy es una iniciativa de la Sociedad Federada de Pesca Deportiva El Mero, que en 1975 decidió realizar una réplica de la virgen y organizar esta procesión.